El vino nunca en la copa, solo en tu boca, porque el sabor afrutado de aquel rioja se conserva entre tus labios mejor que en barrica. La saliva que compartes conmigo es el condimento perfecto para nuestra merienda.
Dicen que el vino se debe saborear, se debe disfrutar en compañía.
Vamos a demostrar que tu eres mi copa de cristal suizo, suave y fresco al tacto, electrizante al contacto. Vamos a jugar a ganar, pues el sabor robado me invade la boca y me adormece los sentidos.
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«in vino veritas» Un abrazo.
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