Carretera al sol – I

Como en cualquier serie de los 90 viene a buscarla todo vestido de negro, subido a esa moto que hace juego con su atuendo y con ese alma demasiado impetuosa y valiente. Con el fuerte rugido del motor despierta del sopor de la siesta al adormilado barrio donde ella le espera en la esquina de siempre.

Vistos los tres juntos, la pareja y la moto, producen una hilarante estampa: él flamante y orgulloso, cual caballero de la Tierra Media sobre su corcel de guerra. Ella a su lado parece un tímido ratón, torpe al subir detrás de él, con las piernas demasiado cortas y un miedo demasiado grande que sabe dominar, pues en apenas unos minutos y con el viento batiendo fuerte contra el cuerpo, la adrenalina se lo habrá comido entero.

La carretera siempre es curiosa: te puede conceder una de las sensaciones más puras de libertad, o arrebatártelo todo en un mal giro en la siguiente curva. Y es que la fuerza del viento tira hacia atrás, como la misma vida a veces, tratando de impedir que avances. En esos momentos no queda más remedio que apretar los dientes y dar gas, bien fuerte y sin mirar atrás.

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4 comentarios en “Carretera al sol – I

  1. Me ha recordado a mis años adolescentes. Imagínate, en el pueblo de vacaciones, quince añitos más o menos, y llega un motorista con una motaca todo vestido de cuero… Se me caía la baba 😂😂😂 , hasta que se quitó el casco y sacó a relucir una más que brillante calva. Se me rompió un mito 😂😂😂😂

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