La chica de la parada del bus, esa que veo todos los días con sus auriculares incrustados en las orejas escuchando lo que debe ser la banda sonora de su vida, es la misma que no puedo arrancarme de la retina en todo el día. Miro sin ver en realidad, a través del holograma que … Sigue leyendo La chica de la parada del bus