Caminando por las calles de Madrid te sientes como una estrella, como las protagonistas de los libros que te pasas la vida leyendo, esos que dicen que son para chicas, del género «chick lit». Tanto te lo crees que incluso notas como los ventiladores mueven con gracia y estilo tu melena, haciéndote sentir especial… hasta que te das cuenta de que en realidad estás caminando sobre una reja de metro y que el viento que da movimiento a tu pelo, no dejan de ser los residuos gaseosos que expulsa el tren arrastrándose por las entrañas de la ciudad.
Tus zapatos de tacón resuenan confiados mientras serpenteas sobre las calles adoquinadas del centro. Lejos ha quedado el gris de la niebla del mar, el verde de los montes cercando la ciudad, la vida vibrando a pesar del cemento de las pequeñas villas del norte. Te has empeñado en llegar y comerte de un bocado la capital, esperando triunfar. Sabes que no puedes fallar, en casa todos esperan que vuelvas con el rabo entre las piernas, con el fracaso escrito en la cara arrastrando la maleta de vuelta con tus padres.
Nadie sabe tu pequeño secreto… que has venido a disfrutar.
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Y espero que lo logres. No está mal la ciudad
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Mi querida Andrea, que tu meta en la vida sea siempre disfrutar(la) y que lo consigas siempre ❤
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Pues ojalá que si 💜 un gran abrazo
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