Me quedé con que volverías

En el reparto de bienes a mí me tocó la playa. Me quedé acompañada de las puestas de sol violáceas y naranjas en el verano, con el blanco y el azul helado del invierno. Me quedé con el recuerdo de las sábanas arrugadas a tu paso, con una adolescencia plagada de ti. Me quedé sin primeras veces, te las llevaste todas contigo sin mirar atrás, bajo el brazo, como si no hubiéramos crecido juntos.

Pese a todo ello, todavía te recuerdo, ha pasado toda una vida llena de otras primeras veces sin tu impronta en cada una, pero tu esencia sigue ahí, tratando de engañarme para que vuelva a sonar Andrés Suárez, para pedirte de nuevo que vuelvas, como lo has hecho tantas otras veces antes.

En la ermita, la virgen espera, está de fiesta y hace tiempo que la candela arde con esperanza, aguardando a que asomes entre las mimosas en flor y te unas a la procesión. Estamos los de siempre, con nuestras canciones en bucle, conjurando ese ambiente mágico propio de las verbenas gallegas, esperando a que regreses.

Ojalá ya no lo hagas.

Imagen de ram0na en Pixabay


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