Pasear todos los días por la orilla del mar; leer tranquila y sin prisas con un café al lado; levantarme tarde y desayunar mis cosas favoritas; buscar el donde se esconde el sol en el océano cada noche; dormir la siesta con mi abuela, con su mano acariciando mi cara mientras afuera truena; respirar con fuerza; el sonido del silencio; el olor de pan recién hecho; el tacto de esa bufanda tan suave.
Enumerar deseos es fácil, es como decir la lista de la compra de memoria: sabes las cosas que debes decir porque son imprescindibles en el día a día, pero qué hay de eso que no recuerdas a la primera, o de lo que sabes que necesitas pero te falta voluntad para llevar a cabo, qué hay de ti.
Vamos a sacudirnos las gotas de lluvia que nos calan el alma. Vamos a vivir, a sentir y a permitirnos ser.
Imagen de S. Hermann & F. Richter en Pixabay
Cafés para el alma de Andrea Rodríguez Naveira está sujeto a Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.
¡Hale a por todas!
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