Hoy más que nunca somos las nietas de aquellas que murieron quemadas por luchar por sus derechos, por no conformarse y querer para sí mismas y para sus hijas un presente y un futuro mejor.
Por ellas llevamos dentro todo lo necesario para seguir levantándonos por nosotras mismas, por nuestras hijas y también por nuestros hijos, para que sean parte de una lucha que nos incumbe a todos y todas
Somos herederas de la fuerza de nuestras madres, de nuestras abuelas y todas las mujeres antes que ellas que lucharon porque fuéramos iguales que la otra mitad de la población del mundo.
Somos más de la mitad en realidad, porque somos más longevas, aunque en muchas ocasiones nos limitamos a sobrevivir cuando en nosotras nace la vida, somos vida.
Si nosotras paramos, la vida se paraliza.
Ojalá un mundo donde seamos y nos sintamos libres, donde no tengamos que mirar atrás en una calle oscura con el móvil en ristre, por si acaso.
Ojalá una sociedad donde las miradas sean limpias y no ensucien la belleza de unos cuerpos hechos para admirar.
Ojalá pronto, ojalá para siempre: unidas y fuertes.
Cafés para el alma de Andrea Rodríguez Naveira está sujeto a Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.
Feliz día Andrea! Gracias por un texto tan certero. Un abrazo!
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Gracias Belita! Me alegro de que te haya gustado 💜
Muy feliz día a ti también!
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Muy hermoso, ojalá algún día.
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Ojalá💜 un abrazo
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Que hermoso !! Y que así sea 🙏🏻
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Gracias Gloria… ojalá que si…💜
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Ya veras que si 🌺
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