Veo nuestras fotografías en la pared y parecemos felices. Nos asemejamos a una de esas parejas que duermen uno encima del otro toda la noche, sin separarse siquiera por la fina tela de la sábana.
Sin embargo ya no puedo contar el número de veces que ha sonado el despertador de tu lado de la cama sin que lo apagaras de un manotazo. Seguramente muchas más de las que me hubiese gustado.
No estás.
No estás ni siquiera para disculparte por no estar, algo muy tuyo eso.
Mañana será otra mañana como hoy, pero el despertador por fin sonará en el olvido.
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Bonito, pero muy triste
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A veces se corresponden 😊 gracias por pasarte, un abrazo!
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