— Abuelaaaaa, ¿por qué el tiesto de la entrada está caliente? ¿Las plantas hierven?
—¡Neno estate quieto! No me toques el caldero… digo el tiesto, que no es para jugar…
— Mamaaaaá, la abuela no me deja tocar nada…
— ¿Otra vez luna llena ayer a la noche mamá? — un gesto afirmativo a su hija confirma que la abuela ha tenido una noche movidita y que no está para que le toquen ni el caldero ni otra cosa…
— Ay diosa… ¿Cómo me mandas un nieto…? — suspira con resignación.
Cafés para el alma de Andrea Rodríguez Naveira está sujeto a Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.
Me gusta mucho Andrea.
Me gustaLe gusta a 2 personas
Muchas gracias Junior😘
Me gustaLe gusta a 1 persona
😂😂😂 qué bueno!! Me encanta, Andrea!! Ya lo dicen, haberlas haylas 😉 un abrazo
Me gustaLe gusta a 2 personas
Gracias Lidia! Mejor creer que luego asustarse…😂😂
Me gustaLe gusta a 1 persona
Fabuloso, Andrea, me encantó. Besos a tu alma.
Me gustaLe gusta a 2 personas
Besos de vuelta Maria 😘😘
Me gustaLe gusta a 1 persona
¡Qué divertido!
Me gustaLe gusta a 1 persona
😉
Me gustaMe gusta