“Una mujer debe tener dinero y una habitación propia si va a escribir ficción” Virgina Woolf.
Son pocos los espacios que tenemos en los que podemos ser libres y ser quienes realmente somos. Son escasos los momentos en los que la realidad no nos roba cada pedazo de vida, absorbido por la urgencia del ahora mismo y de las responsabilidades. Y es que hemos llegado a un punto en el que los llamados “problemas del primer mundo” nos eclipsan la vista y la mente de lo que de verdad importa: la vida, la amistad, un trabajo digno, satisfacer el alma con las pequeñas cosas…
Muchos ni siquiera tienen el privilegio de quejarse de que no tienen una habitación propia, porque son demasiados todavía los que no son dueños de su propia vida, ni siquiera de su propia mente.
Aquellas y aquellos que somos tan afortunados de tener un refugio al que llamar nuestro deberíamos saber aprovecharlo, y dejar de quejarnos de una vez porque las hojas del otoño están cayendo una vez más y es un espectáculo demasiado bonito para obviarlo.
CafÈs para el alma de Andrea RodrÌguez Naveira est· sujeto a Licencia Creative Commons AtribuciÛn-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.
Una profunda Reflexión Andrea. Un saludo!
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Me encanto esta reflexión, es fabulosa. Besos a tu alma.
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Muchas gracias María 😘
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Ver lo «simple» de las cosas, al menos por un rato, verdad?
Abrazo, Andrea.
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A veces necesitamos muchos ratos para volver a encontrarnos…
Beso Pau! 😊
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