Una dura capa de chocolate negro recubre ese oculto corazón de fondant de miradas indiscretas. Eres como esa balada de rock: dura y llena de aristas por fuera, pero también dulce en los bajos de tu carácter.
Que aunque te hagas la dura, conmigo no puedes. Que a pesar de tus rechazos, los besos contigo saben mejor, incluso los que tienen sabor a humo después de un cigarro a medias entre las arrugas de la cama.
Porque aparentas ser solo fachada, cuando en tu interior guardas la ciudad dorada. Déjate compartirla siendo amada.
Derrite y endulza ese amargo corazón.
Cafés para el alma de Andrea Rodríguez Naveira está sujeto a Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.
Reblogueó esto en edelsteine.
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Gracias por el reblogueo guapa! Un beso grande 😉
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Gracias a ti por escribir algo con lo que me siento tan identificada.
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Es un orgullo cuando alguien me dice estas cosas, muchísimas gracias.
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Es lo que tiene el chocolate es lo mejor para después de la siesta. Jajaja. Un beso.
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😉
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