Colaboración para Letras & Poesía, para quien se lo haya perdido.
Caen ya las últimas gotas del cielo, pesadas y perezosas como las lágrimas que ruedan por la cara de los niños cuando en realidad no quieren llorar. Ya no llueve, pero todavía se siente en el ambiente la frescura de las últimas gotas que se confabulan para hacer salir de su escondite al escurridizo arco iris.
Cuando por fin se digne en aparecer, solo lucirá en el firmamento unos preciosos instantes: no los malgastes, hazlo sin dudar, lánzate a la aventura y halla donde se resguarda de las miradas indiscretas ese puñado de colores que resulta tan mágico.
Sal y vuela. Extiende tus relucientes alas de colores con orgullo y no te detengas ante esos que te dicen que no puedes hacerlo. El mundo no te conoce tan bien como yo, no ha visto a quien guardas en tu interior. No se merece tu atención.
Píntate el alma de color libertad, pues nadie debe estar encerrado en una cárcel interior, prisionero de sus miedos y de los impuestos por una sociedad demasiado gris para la diversidad de tonalidades que somos cada ser vivo. Vive la libertad que todos nos debemos a uno mismo y vuela con altura, sin ninguna cuerda que te ate a ningún pasado que sin duda no fue mejor que el futuro que tienes delante de ti.
No te impongas barreras que no puedas saltar, ni obstáculos que sean imposibles de rodear. Ponte por meta el cielo: allá donde solo los sueños y Peter Pan pueden llegar. Cuando por fin lo consigas: nunca mires atrás.
Cafés para el alma de Andrea Rodríguez Naveira está sujeto a Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.
Precioso, Andrea.
Abrazo.
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Qué bonito… Besos a tu alma.
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😘😘
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